sábado, 2 de junio de 2007

Mi infancia...más feliz que un piojo, de verdad

No soy de los que le dan un beso a su madre por las mañanas, no, no soy de esos. Tampoco suele demostrar cariño a cada paso que doy, no soy muy de decirlo con palabras (los silencios también forman parte de la música...). Tal vez debería cambiar, pero así soy yo y nunca pude cambiarlo (como dijo alguien que no recuerdo ahora, pero era actor...)

Hoy han estado mis padres aquí. Han venido más que nada para ver que sigo vivo y esas cosas, que hace ya milenio y medio que no los veía. Comida en una terracita para disfrutar del sol, cafe en una cafeteria especial, paseo por el parque Federico García Lorca y visita a una librería para comprarse, logicamente, un libro.

Me pasa una cosa muy curiosa con mi madre (supongo que a todo el mundo le pasará) y es que sabe lo que me ocurre o me está cruzando por la cabeza con mirarme, se adelanta a mis necesidades de una forma que asusta. Hoy estaba malilla pero, como me ha dicho ella, es que teníamos que venir que ya estaba prometido.

Y mi padre, está cada día más joven. A parte de darme dos vueltas en cuanto a informática se refiere se ha hecho un blog para ponerles deberes a sus alumnos (es profesor de Geografía e Historia). Me ha parecido genial la idea. Cuando lo tenga medio montado avisaré. Y también ha publicado unas fotos en nosequepagina por un curso de fotografía digital que ha hecho. Que genio.

Con la tontería llevo todo el día sin estudiar, pero ha merecido la pena el recargamiento de pilas gracias a esta visita (y a que me han llenado la nevera...).

Ahora toca estudiar. Mi vida se congela durante un mes mas o menos. Mucho ánimo a todos y a mi. Que la fuerza os acompañe.


3 comentarios:

Mj 3 de junio de 2007, 0:50  

Yo no lo digo con palabras, sino con gestos y ellos lo saben, aunque calle, aunque no haga nada. Cosas de la genética, supongo.

Los míos ni vienen, eso sí. 6 años a 90kilómetros y aquí sigo esperando :)

Vitote 3 de junio de 2007, 2:04  

Yo demuestro a mis padres que les quiero cuando les riño porque hacen cosas que no me gustan o cuando les digo que he reñido con alguien porque trataba de chulearme. Es cuando saben que todas esas cosas que me han enfusado(sí como los chorizos) en la cabeza de respeto o tener criterio y opinión propia, verse reflejados en mí es lo más reconfortante, aunque les joda y les irrite miles de veces que sea un contestón.

Marga. 3 de junio de 2007, 21:14  

Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho asi...porque nadie me ha tratado con amol....!!! yo tampoco me acuerdo quien era.

Me alegro de que hayas disfrutado asi de tus padres. Viene bien...mucho animo con todo. Un abrazo

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