domingo, 31 de enero de 2010

Punto y seguido.

Al final todo llega y todo pasa. Hasta lo peor. Por extraño que parezca, estuve totalmente calmado antes y durante el examen. Fue terrible, era de esperar. Ningun tema típico por alli, ni una vasculitis ni una glomerulonefritis (cuando dije q la nefro no entraba estaba de coña...pero por lo visto no), todo extrañamente extraño y 12 fotos. Qué graciosos. En fin. No sé como me salió. No mal, no bien. Ya conozco casos de gente que le ha ido extremadamente bien y otros que todo lo contrario. Yo no lo tengo claro, pero espero no estrellarme contra el suelo. De fe ibamos sobrados, no? A ver donde me lleva todo ésto.
Y tras una semana de estar dormitando, como si me hubiesen pegado una paliza, con mi acúfeno perenne, me voy. Sí. Un mes fuera de casa, recorriendo las blancas ciudades de este continente nuestro. Un mes de estar conmigo mismo y pasarlo bien, sin pensar mucho. Me vendrá bien andar ahora que se confirma que el MIR me ha regalado unos cuantos de kilos a parte de un cansancio mental bastante curioso. A recuperar mi vida se ha dicho. Mañana rumbo a Granada y de ahi a Madrid. De madrugada vuelo a Amsterdam. Comencemos, no? Pues eso.


PD. Intentaré dar señales de vida. Cuidense mucho.

viernes, 22 de enero de 2010

Día 217: Fin (de la segunda parte)



Parece mentira pero sí, ya he llegado. Más tranquilo de lo esperado. Sabiendo más de lo que imagino y menos de lo que debería. Da igual. De perdidos al río. A saber cómo termina todo ésto. Pero ya está he llegado. Conservo la cordura y el norte. El acúfeno hace el examen conmigo, eso sí. Fui al otorrino pero dice que estoy perfectamente, que debe ser algo vascular. Así que nada, confiemos en mi teoría de que mañana a las 9 de la noche desaparecerá.

La sensación es muy extraña. Suena el despertador y por primera vez en siete meses me pongo a estudiar cinco minutos antes de las 9. Llego tarde al primer descanso, me falta tiempo para el último. Da igual. Cierro el libro de estadística y respiro profundamente. Miro alrededor. Hay un fonendo azul delante mía, lleva ahi 7 meses. Sonrío. Se ven unos cuantos girasoles al fondo. Sonrío. Mañana a darlo todo.

Y ahora tengo unas ganas increibles de que pase ya. Para bien o para mal, pero que pase. Los cambio de última hora a parte de parecerme una canallada y ratificarme que este examen es una cutrez me han dejado en estado de anergia. Es curioso cuanto menos. Creo firmemente que los cambios no van a ser discriminativos, pero bueno, puestos a dar la alarma y que cunda el pánico...Pero vamos que ya está. Todo de mi parte. El sentido común a expuertas, las ganas puestas. El miedo amordazado, la sonrisa permanente. De fe ibamos sobrados, no?


Y para poner el punto y final a este día tan arrebatadoramente feliz, mi cumpleaños. Decidme que no es bonito el 22 de enero para nacer (a las 18,45 y con vistas al mar). El movil que no deja de sonar, las redes sociales que no dan tregua, las promesas hechas, los deseos ajenos, los propios. Ylas tartas de profiteroles están tan buenas y el numero 25 me parece tan redondo que me parece todo perfecto. Todo. Así que con esta idea me quedo. Me voy a ir un rato a ver el mar, porque sí. Mañana será otra historia. Mañana mañana.

Todo saldrá bien.

domingo, 17 de enero de 2010

Día 212: lo de antes, lo de siempre, lo de ahora, todo junto, me hace delirar




Supongo que nos tiramos media vida dibujando en una servilleta la vida que queremos, donde pretendemos llegar, a qué edad nos casaremos, los hijos que tendremos y el perro que traerá el palo que le lanzaremos en el hermoso jardín de una casa a las afueras de esa bonita ciudad, pero al final, uno que es torpe por naturaleza, vuelca el vaso y lo emborrona todo. No hay más, no tengo remedio. Así que aquí estoy entretejiendo mis deseos y remendando más de un sentimiento roto. Creo que no he perdido la cordura pero estoy más cansado de lo que imaginaba que iba a estar a estas alturas del partido. Supongo que solo me queda mantener la calma y respirar hondo confiando que todo vaya bien. Aunque ahora digan que pondrán imagenes en el examen o no sé que historia para no dormir. Que pase ya, por favor.

Ayer fue mi último simulacro. Espero, confio, tengo fe, en que sea el ultimo simulacro. No más torturas de 5 horas comparandote con gente de España de la que desconoces su existencia pero que está en la misma situación que yo (pero con mejor puntuacion el resto, claro, eso siempre). A mi lo de los simulacros me hacía gracia, pero ultimamente ya es en plan tortura china en un bucle de sufrimiento sin fin del que no hay escapatoria. El hecho de no tener el domingo de descanso condiciona bastante. Confiemos en que este sea mi ultimo domingo estudiando. Estudiando Hemato para más inri. Todo pérdidas. Que pase ya, por favor.

Yo soy de los que se pone nostálgico cuando cae en la cuenta de que está haciendo cosas por última vez pero esta vez estoy deseando que termine todo. Debo haber madurado o algo... Así que aquí estoy, dándome ánimos a jornada completa luchando contra un acúfeno (ruido en el oido) que se me ha generado esta semana y que pretende hacer el examen conmigo por lo visto. Lo sé, pero en qué momento voy al otorrino? Me va a parecer mentira cuando el sabado a las 21.00 recupere mi vida. Cuando todo esto se recuerde con una sonrisa en la cara, cuando los malos ratos se cuenten como quien comenta su primer beso o aquella batallita en aquel país extraño. Que pase ya, por favor.

Así que aquí estoy, un domingo cualquiera más o menos, tirado encima de la cama con la habitación toda revuelta, intentando concienciarme de que el sábado hay que salir a pelear, aunque las bancas de ese aula hagan el ruido de los muelles de una cama en cualquier momento de pasión a contraluz y aunque el acúfeno no me abandone. Porque que yo haya hecho un desastre en este ultimo simulacro no significa nada y es en el de la semana que viene cuando hay que poner las cartas sobre la mesa porque las fichas ya no son de mentirijilla. Todo irá bien. Pero que pase ya, por favor.

martes, 5 de enero de 2010

Día 200: Pura vida


Ya no tengo días de descanso. Ésto es un "sálvese quien pueda" o "tonto el último". No es muy gracioso, la verdad, pero no he perdido el norte (aún) o eso creo.

Ahora los simulacros son cada semana con lo cual me paso los ratos libres intentando corregirlos enteros porque ya que se fallan las preguntas, por lo menos que valga para algo. Sí, confiemos en que valgan para algo distinto a hundirte en la miseria cuando caes en picado de percentiles pese a subir en el número de netas porque yo me levanto y ando tras los golpes pero, joder, que uno ya no sabe si lo está haciendo bien o no tengo remedio y mi destino es totalmente distinto y, joder, yo no creo en el destino.

Dos asignaturas al día, miles de millones de datos que te das cuenta que se te han olvidado, otros tantos que eres consciente de que no los vas a recordar nunca jamás. Podría haber estudiado más, podría haber estudiado menos. Da igual, he llegado hasta aqui. Al menos sé con certeza que no estoy igual que aquel primer día de todos que me pasé en un autobus en vez de estudiar Gine. Esta tercera vuelta he empezado con Gine, por aquello de respetar el planning personalizado que nos hacen en CTO al menos el primer día. Tengamos fe, que de eso ibamos sobrados, no? Pues eso.

Y de verdad que no pretendía hablar solo del MIR, pero nada, esto es una anulación como persona. Así que de esta forma tan poco elegante os deseo un muy feliz Año Nuevo, un año de 10 en todos los sentidos, y que esta noche los Reyes Magos os traigan muchas cosas (si habeis sido buenos, claro, y si no, me mandais el carbon a mí que ahora que soy bulímico no le digo que no a un dulce...)

Besos, abrazos.


Vitote...podemos!

About This Blog

About This Blog

  © Blogger templates Brooklyn by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP