Sobre mis ganas de volar

Muchas veces he soñado con poder volar. Me apasiona la idea de ver el mundo desde arriba, contemplar las cosas con cierta distancia flotando en el aire. Ni que dedecir tiene que me encanta volar en avión y sentarme en lugares altos a ver la vida pasar (no son ideas suicidas ni nada parecido, tranquilos)

Esta parrafada, aunque en realidad es una intimidad puesta al alcance de cualquiera, viene debido a uno de los personajes de la serie Héroes a la cual me he visto enganchado debido al insistente afán de mi hermana porque la viera. Es impresionante; será porque me encanta la ciencia ficción, será. El hecho es que tengo una envidia enorme a Nathan Petrelli que es el personaje con el poder de volar. Encima de todo, se ha tirado a la rubia de la doble personalidad... Aiiiiiii

A otra cosa mariposa. Anoche por fin reunión de amigos aunque todavía falta uno por llegar. Nos juntamos en el viejo supermercado abandonado del abuelo de un amigo que por cosas del destino tuvo que irse a vivir a Madrid. Su abuelo es como si fuera nuestro, con 80 abriles pero se conserva mejor que nosotros. El sitio está lleno de trastos, pero la planta de arriba la medio arreglamos hace unos años para poder sentarnos alrededor de la chimenea y echarnos allí nuestras risas y cervezas. Hacía tiempo que no nos juntabamos en ese sitio. A ver si hoy echo alguna foto y la cuelgo. Habrá más noches de chimenea alrededor de una radio del año que no trajo viernes ya que el mal tiempo y mis pocas ganas de ver obras de arte desfilar por las calles no acompañan a estar en la calle.