Mornings after me

Acumulo recuerdos y cabreos a una velocidad increible. Las desgracias dicen que vienen de tres en tres, no? Pues si hacemos caso a la sabiduría popular contaremos: 1. me toca la habitacion pequeña, 2. el candado de mi bici no funciona de entre 3 personas que hemos comprado el mismo modelo en la misma tienda y 3. no aparezco en las listas del curso intensivo de italiano que me confirmaron al día siguiente de mandar el fax con la inscripción hace mil años o mas. Este país destaca por la incompetencia de todo aquel que trabaja en la administración. Lo digo totalmente en serio. La gente que está cara al publico por lo general es mucho más simpatica que en España pero lo que es hacer las cosas bien pues más bien poco. Encima de que trabajan dos horas al día y que un día de repente te cambian a que solo abren por las tardes o viceversa. No sé, es un poco un caos todo este tema de papeleos que a veces hace gracia pero que ahora mismo no se la encuentro. Quiero mi curso de italiano y quiero que se acabe esta mala racha. Mañana lo volveré a intentar, aunque tenga que volver a aguantar a la cazurra de turno que me diga que non parlo niente di niente l'italiano, hombreyapordios!

Pero la vida sigue dando vueltas y yo sigo descubriendo una ciudad increible que sorprende a cada nuevo rincón con el que tropiezas. La gente que se está cruzando en mi camino hace más facil la experiencia, por lo menos por ahora y esperemos que siga. Ya tuve mi primera gran fiesta en un piso erasmus. Con decir que nos tuvimos que ir al piso de los vecinos italianos de enfrente (que por cierto tienen un grupo que de vez en cuando actua en el Be-Bop) para poder disfrutar tranquilamente de la música, bebida y similares... Se apuntó hasta el tato para esta fiesta. Los pobres dueños de la vivienda en cuestión lo flipaban cuando se daban cuenta de que no conocían ni a la mitad de los alli presentes. Resultado: un cuarto de baño que daba ganas de llorar, una grieta en el suelo del salón (woo, un piso italiano con salón, milagro!) y mucho que limpiar. A los italianos les mangaron un sombrero (de verdad que es irse de erasmus y le da a la peña por robar...). Por cierto, tuve que sufrir una humillacion publica cuando una de las tres cervezas que llevaba en la cesta de mi bici reventó debido a los baches a los que se veía sometida. Me vi alli rodeado de gente mientras mi bici emanaba cerveza y todos preguntaban que había ocurrido. Con la cabeza bien alta me baje de la bici y me fui por una calle cercana, sin mirar atras... Misterios de la Física estos que hacen que la vibracion de las calles fiorentinas provoquen la rotura del vidrio de las birras (birra es cerveza en italiano, por cierto).

La tarde de antes había estado en Fiesole (pueblo vicino a Firenze desde el que hay unas vistas que quitan el sentio) pero anochecio tan rapido que las vistas de la ciudad de nuevo fueron nocturnas (es que voy a tener que ir a todos lados dos veces...).

Y al dia despues... Arezzo. Está a una hora en tren de Florencia y es el lugar donde nació y vivio Guido Monaco (o Guido d'Arezzo como lo he conocio yo de toda la vida en las clases de Historia de la Música del Conservatorio) que fue el inventor del pentagrama (usease es el responsable de que la música se pueda dejar plasmada con más o menos fortuna en un papel). También es el pueblo donde se rodó La vida es bella. La piazza grande es genial con su torre en una esquina que por un lado tiene todas las columnas distintas y por el otro (por el lado que da a la plaza) solo una columna diferente. Pasear por esa plaza con ese mercado de antigüedades no tiene precio. Luego fuimos al miniduomo (duomo es como le llaman aqui a las catedrales) y atravesamos las murallas tras un rato en escaleras mecanicas porque, señoras y señores, conserva toda la muralla medieval alrededor del casco histórico. Luego paseamos por sus calles buscando la casa de Petrarca (decepción) y algun que otro lugar que se me escapa ahora mismo. Lo que más recuerdo de este pueblo (al que tendré que volver a ir porque también anochecio demasiado pronto esta vez) es el McDonalds. ¿Por qué? Pues porque nunca debes fiarte de una señal que ponga que está a cinco minutos. Que no, que el McDonalds de Arezzo no está a 5 minutos de la estación de tren si no a 20 minutos largos (que hasta hay que cruzar las vias del tren y atravesar urbanizaciones). Un show. Conclusión: no te fies de la gente porque suele mentir, te engañan siempre que pueden. Yo me imaginaba al colega que puso los 5 minutos en el cartel descojonandose cada vez que viese el cartel y pensase en los pringaos que habrán caido.

Esta tarde, tras recorrerme toda la ciudad en bici hasta llegar al lugar donde me vendieron el candado para la bici y negociar que me lo cambiasen, he ido a ver el Palazzo Vecchio que fue y es el Ayuntamiento de Florencia. Merece la pena entrar. Cultura por cada rincón desde el suelo hasta los frescos del techo y paredes. 4,5 euros si eres menor de 25 años. La cultura debería ser gratis. Lo bueno de este sitio es que los turistas solo saturan la entrada y se echan fotos con la replica del David de Miguel Angel. (Por cierto, paseando por esas salas llenas de dioses que enviaban hijas al infierno o de viajes de Ulises y mujers que esperan llegaban a mis oidos los acordes de America de Simon and Garfunkel...gracias de corazón al músico ambulante responsable de este hecho)

Mañana espero solucionar lo del curso de italiano y si todo va bien el miércoles habrá nueva visita turistica y el fin de semana nueva salida (hagan sus apuestas porque esta vez si que está claro esl destino y es una ciudad amurallada tres veces debido al crecimiento demografico...)