jueves, 9 de agosto de 2007

Carreteras secundarias

"Caminante son tus huellas el camino nada más;

caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino sino estelas sobre el mar."

Antonio Machado



Huida concluida.


En la retina aún veo campos de girasoles que rompen el ocre de las parcelas de cereal con alpacas esparcidas.

Amanecí el primer día en algún lugar cercano a Cuenca a la misma vez que se levantaban poco a poco estas flores amarillas. Divisé alguno rebelde y comprobé que los giralunas existen. Cuenca es más pequeña de lo que me imaginaba (evitad las ideas preconcebidas, insensatos!) pero la zona del casco antiguo con sus Casas Colgadas, catedral a medias y la Leyenda del Cristo del Pasadizo hicieron que me gustase pese a la impresión inicial. La Ciudad Encantada es otra historia totalmente distinta. Te metes en un lugar universo paralelo con rocas de formas increibles (3 eurazos) o puedes quedarte con la version lo que el viento y el agua erosionaron.







En Teruel (tambien existe) llovió y llovió. Perdidos en mitad de esta ciudad, tan pequeña ella pero más bonita que Cuenca para mi gusto, bajo la lluvia y con el minimapa totalmente pegado por el agua e imposible de descifrar. Una amable señora nos mandó a la otra parte de la ciudad en su afán de ayudarnos. Al día siguiente dejó de llover permitiendo visitarla como merecía. Ahora mismo puedo dibujar un mapa de la ciudad de memoria, lo prometo. Merece la pena verla, con sus torres mudejares y una cafetería que lleva mi nombre. Tambien hubo visita al Dinópolis porque aquí donde me veis fui un terrible aficionado a los dinosaurios de pequeño. Mi favorito el triceratops, vamos, con muchisima diferencia frente al T. Rex.









Otro lugar para perderse es Albarracín. Un pueblo que primeramente fue romano, luego árabe y ahora está lleno de turistas catalanes, pero muy bonito, como para perderse unas semanas. En este lugar tuvimos sesión de senderismo incluida, chaparrón durante el paseo y hotel con telarañas en el cuarto de baño pero habitacion con vistas al bosque y riachuelo en el mismo pack. Luego vendrían La Rioja y sus pueblecitos increibles, Puente la Reina y Pamplona. Los paisajes desde el coche iban tornandose más verdes y arbolados a la misma velocidad que descendía la temperatura en el exterior.







La siguiente etapa consistió en atravesar el País Vasco para llevar a cabo el momento culmen de la huida: ver el mar. San Sebastián es maravillosa la mires por donde la mires. Yo estaba allí, parado mirando la playa de la Concha y pensé que volvería. Volveré una y otra vez hasta que me aburra de ese azul tras los barrotes blancos del paseo y me abrume el extraño olor mezcla de Sal y humedad. Es la ciudad perfecta, aunque unos cuantos se empeñen en recordar que no lo es. Cada vez que veía una pintada antidemocrática se me venía el mundo encima. Creo que me vengo de allí con las ideas mucho menos claras, todo es más turbio desde que lo ves desde dentro. Y saliendo de esta ciudad con el azul cantábrico grabado a fuego en las retinas (se hace raro a una persona del sur tener el mar en direccion norte; a alguien más le ha pasado?) pasamos por pueblos donde se mezclan los colores verde y azul, el mar y el río. Es una tierra para perderse, para disfrutarla sorbo a sorbo y no en plan relámpago querindo ver el máximo pero dejando practicamente todo a medias. El camino de regresó nos llevó por Burgos con su río con patos que se dejan llevar por la corriente y una catedral que yo recordaba mucho más alta (es lo que tiene visitar esos lugares cuando levantas tres palmos del suelo) pero que es impresionante por sí sola. Luego volvieron los campos de Castilla, infinitos. Y la vuelta a casa de madrugada, con los bolsillos cargados de recuerdos, planeando nuevas huidas quizá otro año, otro siglo, otra vida.









8 comentarios:

Anónimo 10 de agosto de 2007, 1:58  

Ojalá pudieras hacerte una tele de esas pequeñitas, en la que apretabas un botoncito y se sucedian las imagenes, con todo lo recogido en el viaje...

... Por si la memoria te falla; por si no llega ese año, ese siglo... esa otra vida.

Ojalá recuerdes olores y paladees sabores... Ojalá no sólo recuerdes.



xxxooo

Mj 10 de agosto de 2007, 10:33  

Te iba a preguntar si nos habías traído algo a los que nos quedamos vigilando el fuerte, pero lo has hecho. Nos has traido la sal de La Concha, el sol de los girasoles y el encantamiento de lo demás...

Alv 10 de agosto de 2007, 12:31  

Si supieras las de confidencias q he compartido con esos patos...

Mi casa está enfrente justo de uno de los ríos (no el grande q será el q has visto, un afluente q parte desde el centro y q tb está plagado de patos), el cual tengo q cruzar todos los días para coger el bus...

Q pena q no hayas podido conocer más rincones de la ciudad. Pero se compensa con la marea de sensaciones q te llevas de todo el norte...

Alv 10 de agosto de 2007, 12:31  
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vitote 11 de agosto de 2007, 13:05  

Es bonito volver a la rutina para poder apreciar todo lo que no lo ha sido. San Sebastián es mi asignatura pendiente junto con Oporto dos ciudades que todo el mundo me recomienda y que por h o por b nunca visito.

Por cierto a mí el mar siempre me ha pillado en dirección oeste en Aveiro Portugal, ahí las puestas de sol son lo mejor.

A cuidarse...

alguien 12 de agosto de 2007, 13:27  

Increíble, te iba a preguntar si volviste a llegar hasta mí a través de las estadísticas o fue pura casualidad, pero ayer por la noche me acosté leyendo tu blog. Me parece que en cuanto tenga un hueco te meto en favoritos, que ahora me voy de boda xD
Gracias por tu felicitación y hasta muy pronto.
Un abrazo!

umita 12 de agosto de 2007, 19:23  

que buenas las fotos, lindo el lugar!
saludos

Alejandra

Anónimo 18 de agosto de 2007, 18:54  

Me ha pasado como a los demás, me han llegado los sabores, los olores. Los vientos y las luces. Castilla es para mí la gran desconocida. Las dos castillas, de hecho. Quiero visitar Toledo desde hace muuuucho tiempo, también Cuenca, Salamanca y ahora, también Teruel.
Me ha encantado tu forma de describir San Sebastián... he estado 4 veces y se te mete en el alma de una forma extraña, verdad? Fui de pequeña con una autocaravana y años más tarde, alquilamos casas rurales tres años seguidos en el país vasco y en navarra. Qué increíble es todo aquello... Y una casa rural es lo mejor. Por cierto! entiendo lo que dices del mar al norte jajajaja xq yo donde más cercanía tengo con el mar es en barcelona, así q mi referencia marítima es el este. Hace 4 años fui de campamento andando desde Salamanca hasta Oporto y cuando llegamos a la playa...no sé, se me hizo raro jajaja.
Un besazo! al proximo viaje me apunto, q lo sepas!

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