martes, 21 de octubre de 2008

El rastro de tu sangre en la nieve

"...es lo que pasa con el tiempo: cambia continuamente. Si no estás preparado para todo, no estás preparado para nada." Paul Auster, El palacio en la Luna


Estas dos semanas estaré de prácticas por...chan chan chan... Endocrino. Y todo el mundo me dice: uooo, alucinante, que bien. Y yo pienso para mis adentro: uooo, alucinante, que bien. Notese un cierto tono irónico en mi pensamiento, por favor. Clases de ocho a diez (Preventiva con un hombre que debería estar jubilado sirve para pensar formas de suicidarme dentro de una clase, aun así, atiendo, porque es interesante aunque el hombrecillo ponga transparencias del año 1990 porque dice que están muy bien) y media hora para intentar desayunar en una cafetería atestada de gente. Me escapo 5 minutos para descubrir donde tengo prácticas y con quien. Ya había escuchado comentarios de gente que la han mandado a Reuma o Neuro o Nefro (todo asignaturas de años anteriores) y a mi Endocrino, asignatura que daré el cuatrimestre que viene dentro de la Medica III). Así que me voy al hospital. El Servicio está en la 5ª...espero el ascensor...no llega el ascensor...ejem...llega. No no, su medico está en la primera. Sí, la escalera es un buen medio de llegar a mi destino. Llego, al fondo del pasillo esta la consulta de mi medico. Me espero a que termine con el paciente que está. Hola, soy de sexto tengo practicas aqui. Estás tardando en ponerte la bata. Así a pelo. Y entra el siguiente paciente y el médico se enciende un cigarro y lo llaman por telefono. Tras 5 minutos de chachara con alguien, retoma el control de la glucemia de la señora en cuestion. Luego le sonaría el movil en la paciente con el Sindrome de Addison y más tarde se encendería otro cigarro mientras la joven con la retinopatía diabética le contaba los motivos de su depresion. Ahora, eso sí, el hombre explica absolutamente todo con dibujos a sus pacientes. Les cambia el nombre a las hormonas por abuela, bisabuela, hija, nieta, pero creo que los pacientes se van de alli entendiendo su bloqueo de la 21 o el por qué de que "el azucar" este dañando sus riñones. Caso curioso el de un joven (19 años) que se cayó de su moto y se hizo tal destrozo que tiene más tornillos por todo su cuerpo que robocop(cien mil millones de radiografias habré podido ver de este paciente) y que ademas, se dañó la hipófisis (o glándula que tenemos en el cerebro y que se encarga de mandar "mensajeros" para que el resto de glándulas del organismo cumplan su funcion y segreguen sus hormonas), el caso es que le ha quedado una diabetes insipida (orina en exceso, mucho) fruto de su torpeza y de conducir en estado de embriaguez. Pese a mi aburrida idea inicial y a las malas formas que usa este médico, me ha parecido muy interesante, en serio. Es una especialidad muy limpia (a mi me gusta ensuciarme y esas cosas, por lo visto) que se basa en pedir mil pruebas y al final llegar a algo concluyente. Curioso. Creo q no es para mi, pero es bonita. Es un ritmo distinto de trabajo, se le dedica más tiempo a cada paciente, se le tiene un seguimiento mas cercano quizá. Al final de la mañana, se ha ido a tomarse una cerveza con un paciente y su mujer. Y me han invitado, pero uno ha dicho que no (mas que nada porque no pintaba yo nada alli y confianza...pues uno aunque a veces no lo parezca es de ir poco a poco) que entre las pocas horas de sueño y el humo de la consulta estaba ya en otro planeta. Por cierto, el humo, en realidad creo que el tipo de tabaco que fumaba (negro), me ha llevado hasta aquel día que me monté en un tren yo solo desde Cracovia a Varsovia y los polacos fumaban y fumaban mientras miraba por la ventana ese paisaje tan distinto. Un tren sacado de alguna pelicula de cine clásico. Y es curioso que un olor te traiga tantos recuerdos de golpe, como cuando el olor a castañas asadas me lleva a las tardes de otoño de mi infancia o la humedad los días de lluvia me da la sensacion de que estoy en Florencia y que debería recoger mi bici. Es curioso.

2 comentarios:

Mj 22 de octubre de 2008, 0:30  

Verás, te parecerá una tontería, pero una de las razones por las que me cambié de piso, por las que quería volver al barrio donde he estudiado ha sido cambiar la ruta andando hacia uno de los hospitales.
Yo no me di cuenta hasta que no estuve en cuarto y bajaba, hartísima de todo, de las prácticas de pediatría. Con la música a todo volumen, pensando en vete tú a saber qué, de repente tenía 6 años y corría por el patio de mi casa en el pueblo, persiguiendo a uno de mis gatos para hacerle perrerías, mientras mi hermano se reía desde la madurez de sus 9 años y mi hermana, un bebé de 1 año lloraba. Todo por los naranjos que el alcalde había decidido que estuvieran desperdigados por toda la avenida. Porque en mi patio hay tres naranjos y, sin saberlo, los tengo asociados a mi infancia, en un pueblo perdido de la dehesa extremeña, donde nada era realmente importante. Como criterio para decidir ubicación, la verdad es que no es muy bueno. Pero te aseguro que no puedo evitar sonreir.
Por un puto olor. Ya hay que ser simple.

Y puedo decirte lo mismo de los castañeros, de los jazmines que son mis veranos de chiquinina en Cádiz. O puedo hablarte de a qué me recuerda el olor de la pintura en spray...(azul)...

Marga. 22 de octubre de 2008, 16:23  

se muy bien de quien hablas, el Dr. Vilches...todo un personaje. Suertudo tu. Es un apasionado de lo suyo, ya te contaré su anecdota estrella. ( está zumbadísimo!!!) me llevo muy bien con el. pídele permiso el lunes q viene para ir a la sesion que doy yo, seguro que te deja. es a las 8 y media.¡¡VENTE!!! lo de las practicas de la carrera es totalmente inutil, pero procura desconectar, pasartelo bien, y aprender un poco como funciona de mal el hospital. saludos y hablamos.

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