viernes, 4 de julio de 2008

Aun no he aprendido a controlar la intensidad




Hace mil que no escribo. No será por falta de ganas ni cosas de contar si no mas bien por falta de tiempo o por no encontrar las palabras cuando tengo un rato muerto a desperdiciar. Resumamos pues brevemente.


Me fui, al Sur, en tren. Un tren totalmente surrealista con gente de lo mas variada. Ratos de conversacion con italianos, paisajes nuevos, alegria. Mi recorrido: Nápoles-Pompeia-Nápoles-Capri-Sorrento- Costa Amalfitana-Salerno.

Los del sur son mucho mucho mas abiertos que los toscanos, rebosan simpatia y alegria, se desviven por el que pregunta donde está tal lugar o aquel bar. Salir de fiesta por Napoles fue totalmente increible, como una verbena veraniega de algun pueblo andaluz pero en un barrio con sus faroles y su musica alegre. Sumemosle a esto las pizzas buenisimas y tiradas de precio ( trozo de pizza de dos dedos de grosor a 50 centimos, señores), los barrios del centro de napoles o las vistas del Vesubio. Uf. Pompeia es alucinante y recomendable visitar. Una pasada el viaje en el tren Circunvesubiano. Capri es... bueno... es muy bonita, la verdad, pero le quita todo el encanto el hecho de que la exploten turisticamente. Que nos querian cobrar 15 euros por entrar a una playa... La costa amalfitana es de esos lugares que te dejan huella. De las cosas más bonitas de Italia. Yo estaba alli metido en la playa en Positana con todo el pueblo colgado del acantilado y me emocionaba solito. En medio del viaje España ganó la copa de Europa mientras yo estaba rodeado de alemanes que nos daban la enhorabuena.
Luego volví en otro tren surrealista donde nos costó sudores encontrar asiento. Nuestro compañero de cabina llevaba armas blancas escondidas entre la zona que va desde el ombligo a las partes pudendas. Lo descubrimos cuando el colega roncaba y se movio en sueños sin dejar a nadie dar una cabezada. Tan curioso todo.
Al dia siguiente, a Siena a ver el Palio (carrera de caballos en la Plaza del Campo, la cual llenan de tierra para la ocasion). Dos horas al sol esperando que empezase mas otras dos horas de desfiles con banderita pa arriba y pabajo. luego los caballos, sin montura y con jinetes que solo pueden usar una vara que les da el ayuntamiento minutos antes. No se cuantas salidas nulas. Media hora mas tarde la carrera empezó y terminó en 3 minutos. Ganó mi equipo: los erizos!!!! Cada barrio es un equipo representado por un animal. Yo supe que ese era mi equipo desde que lei el periódico al bajar del tren. Afortunado en el juego...
Y despues ya es ayer. Un poco de vida italiana, si si. Aperitivo en el Kirstch que es el mejor de Florencia regado con margaritas y luego paseo en bici por el centro para terminar tomando algo mirando al Vecchio. Me tocó hablar inglés con unas americanas que se nos acercaron y nos dieron conversacion un rato. Y hoy... hoy ha pasado sin pena ni gloria. Con más pena, eso si.

1 comentarios:

Vitote 5 de julio de 2008, 18:26  

No hay nada malo por llevar cuchillos en un tren ¿no?...algún día te contaré lo del cuchillo berlinés( o berlinense)...

A cuidarse

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