lunes, 7 de enero de 2008

Quién quiere diez minutos de palabras cuando tiene una canción



Ella se levanta y coge sus cosas, sale corriendo por la escalera y grita como si no pudiera hacerlo nunca más. Él abre un cajón y saca el pijama, lo deja encima de la cama, lo estira y se come las arrugas con los dedos limpios de la otra mano. Vuelve al escritorio, no sabe si llora o suda aunque fuera el frio está más presente que las navajas, abre de nuevo la pantalla en blanco y esta vez si escribe:
"Otra noche más, otro polvo menos. Hoy de nuevo no duermo ni acompañado, hoy de nuevo he de ponerme el pijama para no cederle sitio al frío..."
Doctor Letra (http://corazonvarado.spaces.live.com/)



Se termina la Navidad. Un simulacro de cena de despedida y una cena de despedida, con mis amigos, los de siempre ("el mismo y los mismos no quiero q cambie nada" que diría esa estúpida canción). Que los voy a echar de menos, aunque no se lo diga y aunque nos despidamos con sonrisas de medio lado.


Si me caigo me levanto, lo sé. Si me voy, volveré. Pero no puedo evitar que me de una pena terrible (disfrazada de pereza) el hacer la maleta por primera vez este año pero por enésima vez en estos últimos meses. Inevitablemente uno se acostumbra pronto a la rutina de esa casa que es la tuya donde tienes todas tus cosas y conoces cada rincon y cada entresijo. Mi madre haciendome de comer todos los días, la lavadora que se pone sola y esas pequeñas cosas que uno descubre que tiene que hacer cuando se va fuera y que se añoran, claro está, porque como en casa de uno no se come ni se ve la tele igual. Si hasta el sofá te atrapa con todo su cariño y coloca su manta marrón sobre tu regazo.


Primero dos días a Granada, uno para intentar solucionar algo en la secretaría de mi Facultad y otro para coger un avión rumbo a Milán y desde alli un tren a la fria Florencia. Una nueva etapa, con todas las ganas.

Me voy (me ne vado).





La cita de hoy es de Dr Letra, que cierra su blog. Durante este mes de Enero lo dejará abierto. A mi personalmente me parece muy grande y me da un monton de pena que se cierre, pero supongo que como todo ciclo en la vida comienza y termina. Quede un pedacito en este blog para el recuerdo.




8 comentarios:

alguien 7 de enero de 2008, 16:46  

Buen viaje. Es inevitable pasar por Granada, o eso parece. Yo pasaré todo el miércoles allí, y salgo desde Málaga. Swansea espera, y ahora voy cargado con mi cámara de fotos.
Aquí no hay fiestas de despedida ni sonrisas (de medio lado o de patilla a patilla), pero se sobreentiende que alguien me echará de menos. A mí no me dará tiempo.
Me queda la contrarreloj. Un mes. O un mes que nunca será de vacío.
Firenze... pero qué recuerdos!

un abrazo, doctor en Italia! :)

W. 7 de enero de 2008, 17:29  

Buen viaje también para ti, compañero.

Claro que la gente echa de menos lo que pasa que algunos no y los que si lo hacen no lo dicen. El complejo mundo de echar de menos.

A lo mejor nos cruzamos el miercoles por las calles de una ciudad con dos rios y una montaña desde donde vigila un castillo graaande.

Disfruta de ese mes que te queda. Y de todo.
Un abrazo

Mj 8 de enero de 2008, 1:58  

Y dijo el poeta:

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.



Y una, que sabe demasiado de despedidas, de maletas, de pañuelos de estación, sólo puede desearte que el viento sople a favor :)

si 8 de enero de 2008, 15:06  

"Un paese ci vuole, non fosse che per il gusto di andarsene via. Un paese vuol dire non essere soli, sapere che nella gente, nelle piante, nella terra c’è qualcosa di tuo, che anche quando non ci sei resta ad aspettarti. Ma non è facile starci tranquillo” Cesare Pavese -La luna e i falò-.
Buon ritorno, Silvia.

Vitote 9 de enero de 2008, 20:36  

Cuidado con los controles de aeropuerto...algún día te contaré esa anécdota.

A cuidarse

W. 11 de enero de 2008, 0:33  

Si yo contara historias de controles en el aeropuerto...historias para no dormir. La ultima...esta mañana, q para algo de comida q me exa mi madre ( una caña de lomo de 400 gramos) y q tenia q llevar en la mochila me tocan hasta las ideas y me ponen en un mostrador con mampara para q enseñe lo q es. Y el tio con risa me dice, si es algo de comida pero por si acaso.

Por cierto, ya he vuelto (I'm back, sono ritornato)

Aradiah 11 de enero de 2008, 23:05  

la verdad es que cuando ya no estas en TU casa te das cuenta de cosas que no sbaias ni que se limpaban (en serio que la nevera no se llena sola??) y hacer-deshacer maletas cansa y te hace pensar en mil cosas (quizas..deberia...puede ser...) pero luego vives un monton de necdotas de situaciones y merece la pena.
1 besoooo y ánimo con ese retorno

Anónimo 12 de enero de 2008, 16:08  

Que no nos falten las ganas (ni el aire)

:)







xxxooo

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