De vuelta de todo

Me fui a Liverpool, recorri Gales en coche (conduciendo por la izquierda, logicamente), perdí un tren y tuve que ir en coche hasta Liverpool para no perder tambien el avion. Totalmente encantado con esa ciudad. Porque me resulta ordenada y respira canciones por las esquinas, porque puede llover, granizar, hacer sol, llover de nuevo y quedarse nublado para siempre en la misma calle. Me lo pasé genial en la caverna tomando la "sidra" que tienen por alli y escuchando canciones de los Beatles donde empezó todo.

He vuelto a viajar en tren y he visto miles de ovejas moteando de blanco prados verdes. Un tren hasta Aberysthwyth ( Wales) donde está de erasmus un amigo. Ciudad con mar, ciudad donde te despierta el sonido de las gaviotas por las mañanas. Y desde ahi, en coche, a la busqueda del castillo mas bonito y de la playa mas impresionante. Y si, encontré una playa increible en Swansea tras perdernos con el coche, diluviarnos mientras buscabamos un sitio donde comer al aire libre y seguir las indicaciones hacia un castillo durante media hora. La bahía de los tres acantilados (o Three Cliffs Bay) a la cual recomiendo ir a todo aquel que, por cosas de la vida, se encuentre cerca o tenga la oportunidad. Y al volver, todo en su sitio. La gran bofetada del fin de Marzo. El universo me odia.



Y de nuevo la velocidad de siempre. Mil cosas por hacer. Entre medio de todo, Congreso de Estudiantes de Medicina. Muy interesante lo allí tratado, lo alli disfrutado. This is the las time... Tuve mi momento de ataque de pena-rabia-nostalgia cuando me dieron dos personitas mi regalo de cumpleaños consistente en un poster enorme hecho de fotos de estos 6 años que terminan en breve. A ver, no soporto que me vean llorar. No suelo llorar pero tampoco me importa si lo siento asi. Suelo contenerme hasta que llego al limite de ruptura y entonces ya es un tragedia aquello que no se puede parar. Vale, estaba toda la cafeteria llena de gente. Huí al cuarto de baño. Los cuartos de baño siempre fueron un buen lugar donde llorar. Y volví y tengo un regalo precioso. Sé que voy a echar de menos a mucha gente y también sé que de mis años de universidad me llevo unos pocos amigos, pero muy buenos. Y esta reflexion no es fruto de ningun soborno, no. Es producto de mi infinito y creciente odio hacia lo que la mayoria de la gente que forma parte de mi carrera esta representando desde hace muchos años ya y que ahora se acentúa. Seguid a la masa, hijos mios, seguid.

Y mi resaca mi maleta y yo nos montamos en un autobus. Volví a casa, con Lúa y todo lo demás. Con un kilo de apuntes, eso tambien hay que decirlo, pero creo que van a volver casi intactos a Granada.

Ahora dedico mi tiempo a discutir con mis compañeros de facultad (los que he dicho antes que echaré de menos, no el resto) sobre que vamos a hacer la semana que tenemos libre entre terminar los examenes-graduacion y empezar la academia MIR. No es que me cabree, no van por ahi los tiros. Es mas una sensacion de pena, porque cada uno termina barriendo para casa y nadie quiere ceder ni un milímetro de terreno. Es curioso el comportamiento humano. No se a donde llevará ésto, yo por lo pronto he dicho que no voy a ningun lado. Tal vez me coma mis palabras...

Poco más, que llevo dos dias intentando encontrar el hueco para ir a ver el mar pero no aparece el momento y que no me gusta la Semana Santa nada. Pero nada.

Cuidaos