jueves, 26 de febrero de 2009

Como un aullido interminable



No tengo miedo y sin embargo me asusto con facilidad. Normalmente hay musica a mi alrededor aunque a veces necesito estar en silencio, yo solo y en silencio. Despues de esta época de examenes supongo que debería haberme encerrado en una habitacion, en silencio a oscuras, a pensar un poco. Y digo supongo porque no es lo que he hecho, vamos, ni de lejos. Para empezar porque de un plumazo se nos han llevado las nubes a lugares mas lejanos y ahora hay luz. Y uno que no se cansa de decir que es hombre de lluvia (entre otras cosas) desde el año pasado agradece la luz, el Sol en la cara, la ceguera en mis ojos claros. Me resulta curioso caer en las tipicas cosas que se dicen sobre que uno no valora lo que tiene hasta que se va fuera. Pero es que quiero estar fuera y aqui y me encantaria tener sol hoy y sombra mañana, sol hoy y sombra mañana y asi sucesivamente en una espiral que vuelve a empezar si es que un día encuentra su final. Es un comentario estupido y sin sentido, lo sé. Es mas, quizá deberiamos atar un lazo alrededor de su cuello, colocar un contrapeso en el otro extremo y lanzarlo al vacio desde un Empire State cualquiera... Resumiendo, ha llegado el buen tiempo y tengo un mes por delante para vivir ociosamente. Solo se aceptan planes entre semana que de viernes a domingo está todo ocupado aunque puedo amoldarme al plan si es lo suficientemente descabellado.

Para empezar, huida nº1 tras una agobiante primera semana de cuatrimestre sin practicas aprovechando esas horas para ir adelantando horas. No le deseeo ni a mi peor enemigo enfrentarse a dos horas de endocirno y otras tantas de preventiva al dia. Asi que el viernes fue salir de clase y montarme en un autobus rumbo a Sevilla (esa ciudad que me pilla de paso en cada viaje este año) y desde ahi en coche con musica y compañia de la buena hasta Cadiz. La ciudad que (me) sonríe. Reencuentros, risas, mar. Un Carnaval para recordar. Una alegria inusitada y un animo para nada compungido. Gracias a aquellos responsables de hacerme vivir estos dias cosas tan especiales por aquellas tierras. Estoy totalmente enamorado de Cádiz, lo reconozco. Por casualidades de la vida, mis padres tuvieron que irse a vivir alli una temporada pero por distintos motivos, que no vienen al caso, volvieron a la otra punta de Andalucia, donde el mar es mas calido y se grababan Spaghetti Westerns. Si la vida hubiese jugado distintas cartas, tal vez yo formaria parte de otra realidad, que total puestos a vivir lejos de todo, que sea cerca del mar. Desde hace unos meses, se cual es Mi plaza MIR, esa que quiero y donde quiero, pero tambien sé que no podré acceder a ella porque se necesita estar por debajo del 500 y tal. No me importaria irme a eseotro hospital desde donde se ve el mar al salir por la puerta. Muy grande. De todas formas, nada escrito, todo castillos en el aire y montañas de humo. Que para empezar, a la vuelta, perdí el tren desde Sevilla porque el coche se averió en Cadiz (y mas cosas ) y en la vida hay que estar pendiente porque los trenes se van y en España ya sabemos que no funcionan excesivamente bien ni con mucha frecuencia.
Tras mi perdida de tren, 3 horas de autobus y dejarme olvidado un libro a medias (que recuperaré, creo) llego a clase y me dicen que ya no rotaré por Cardio si no por Nefro. Mmmm. Podeis arrancarme una pierna, que seguro que me gusta más que esta especialidad medica. El primer dia...mmm...Hola, venia a practicas...espera 15 minutos en el pasillo mezclado con los pacientes que miran al individuo con bata blanca. Hoy tengo mucho lio, vete. Uooo, un nuevo record: 3 minutos de practicas. Al dia siguiente volvi a ir (tengo fe, no digais que no) y de nuevo me trata con mucha distancia obligandome a sufrir un sindrome de invisibilidad. A las 12 ya estoy fuera de nuevo sin haber aprendido nada. Al salir me para una paciente para pregutarme cosas que no entiende de su analitica (hipocondriaca ella). Nada, si tienes el colesterol bueno muy alto y el mal bajisimo. Me da las gracias. Para algo valgo, no? aunque sea para eso y para indicar donde está tal o cual servicio del hospital. Hoy al menos, me ha tenido de chico de los recado que lo mismo va a por la analitica que pesa al paciente o mide la tension arterial. Yo me lo he pasado en grande con los abuelillos. Me encanta el trato con el paciente, que me cuenten, que les cuente. Al irse una señorade 77 años, da la mano al medico y luego a mi. Y me dice, pues nada doctor, hasta otra. El medico extrañado me dice que qué le he hecho. ¿Yo? Poca cosa. No me acostumbro a eso de que me llamen doctor y de hecho no lo soy aun, claro está. Que uno no es médico hasta que no tenga al primer paciente delante y le diga: cuénteme,¿qué le pasa? Pero ya se ve el final y se le ven las orejas al lobo. De todas formas, seguiré intentando sacar algo productivo de esta rotacion.

Ahora estoy aqui, gastando una tarde entera en hacer basicamente nada. Con los apuntes de Nefro abiertos por la insuficiencia renal cronica y viendo fotos antiguas. Mañana vuelvo a casa porque ya toca dosis de vida familiar. Todo sea para que no se olviden de mi cara y para que la gata me siga reconociendo.

A cuidarse. Disfruten del fin de semana

1 comentarios:

Marta R 27 de febrero de 2009, 1:45  

Quiero todos los detalles y las anécdotas de Cádiz!!! Q sepas q me duele en el alma no haber podido bajar... Ya sólo me separan 37 cr de una vida con más viajes, y viendo a aquellas personas que tanto echo de menos... Cuidaros mucho mientras tanto, q cuando me independice, prometo no dejaros en paz!! jejeje :)

Se le añora DOCTOR Domínguez!!!

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