Y caen jirones de sentimientos al suelo

Llevo un rato bastante largo intentando escribir. Empiezo y lo borro, termino y lo elimino. Intento decir una cosa y parece que hablo de algo totalmente opuesto así que me relajo, miro por la ventana y la luna está tapada por nubes. Joder!

Hoy lei por ahi la ultima teoría sobre el origen de este satélite (o faro en mis momentos de asueto personal) que habla de la colisión de una joven Tierra y un planetoide pequeño que causaron (ruido?) un grupo de material inerte destinado a dar vueltas alrededor de la Tierra. No se sabe como ni por qué los fragmentos que formaban ese anillo que rodeaba al planeta terminaron uniéndose y dando lugar a esa maravilla que nos mira cada noche. Tras plantearme un par de cosas me he dado cuenta de lo insignificante que puede ser cualquier problema mio o que hoy no quisiese hablar con ella y ella conmigo si o que yo haya reaccionado como un niño (nadie confirmó que hubiese madurado, eh) o que me haya apenado al saber que mi compañero de prácticas se ha ido lejos para no volver. En serio, que me he sentado firmemente decidido a escribir algo que hablase de abrirse el pecho y mantener un diálogo seriamente con un corazón colocado sobre la mesa camilla, pero nada, he sido incapaz. Menudo fraude estoy hecho.

Luego me he sentido un poco echado de menos y he levitado a un palmo del suelo para más tarde caer bruscamente. Pero otro nuevo circulo me trajo a mi a la nueva koala nacida en el zoo de Madrid.Alguien que desconoce mi (obsesión) afición por los koalas me lo ha soltado así, a bocajarro. Y me quedè a cuadros limitandome a ver los milagros de esta, a veces absurda, vida. Es muy complicado que nazca un koala en cautividad por diversos motivos que no vienen al caso y mira por donde el segundo nacido en Europa ha tenido que ser en España. Esperemos que esta cosita que nació del tamaño de medio dedo indice y ahora pesa 300 gramos siga adelante, porque la vida al fin y al cabo es eso, seguir adelante pese a todo.