Sobre pereza infinita y pobreza limitada

"—¡Oh, Dios! ¿Cómo he podido llegar hasta aquí?
—Mentiste y te subiste en un avión. "
(fragmento de la pelicula Algo para recordar)

Debería estar haciendo la maleta o estudiando para el examen de italiano de mañana o tal vez debería estar dando vueltas sin parar por Florencia aprovechando cada instante que me queda aqui. Pero nada, que no hay forma, que termino mirando fijamente al techo o me pongo a hablar de antiguas fotos con cualquiera que se cruce.

Anoche estuvimos cenando en un piso y hablando de mil millones de cosas entre las cuales se encontraba el estado de nuestra Erasmus. Los viajes ya hechos y los que haremos, la vida en este país y nuestra relación amor-odio con el, el futuro. Yo creo que el frio nos tiene a flor de piel todos los sentimientos y a la minima todo fluye.(o tal vez sean los agobios por intentar llegar sin dinero a fin de mes e incluso volver a España).

Tengo ganas de irme por ver a los mios pero me da pena dejar esto. Empiezo a pensar que ya nada volverá a ser como antes, que los puntos de inflexion conllevan este tipo de cosas: desvias tu trayectorias, ya no sigues el camino que llevabas y seguias sin darte cuenta de que caminabas por un camino. Cuando estoy aqui echo de menos España pero en cuanto estoy fuera echo de menos a morir la bella Italia y empiezo a pensar que ya será siempre así pero que al final se aprende a vivir con la morriña e incluso aprendré a disimularla para que nadie se de cuenta.

Ahora me haré algo rapido para comer y empezaré a hacer la maleta, para volver a casa (a la de verdad, la que seguirá ahi cuando esta beca termine). Llenaré la maleta a duras penas a partes iguales de recuerdos y ropa. Luego me daré una vuelta por el centro en bici, para no olvidar las luces de navidad en estas calles y para retener el maximo posible todas las esquinas de estas calles en mis retinas.