Mi grado de frustración es siempre ambiguo

Lo bueno de la Primavera es la luz que tienen las cosas aqui por el Sur. Luz que obliga a mis ojos claros a ir entrecerrados si, como de costumbre, no llevo las gafas de sol. Es bonito ver el mundo así, intentando no tropezarte con la gente, con las manadas de madres que llevan a sus hijos en carritos (le ha dado a la gente por tener hijos) o con los que han decidido ir en bici por la vida (lo cual me parece perfecto) pero si vas en bici no vayas por la acera... Es bonito ver el mundo así mientras no te entren ganas de llorar porque el polen roza niveles que tus ojos detectan como elevados. Y yo soy de rascarme los ojos si me pican con lo cual provoco guerras mundiales en mi mirada y enrojezco conjuntivas. Es bonito ver el mundo así a ratos, cuando quitas el pañuelo de tu nariz la cual ya está resentida por ambos lados fruto de una constante rinorréa (o salida de cualquier liquido por ella, asi dicho llanamente). Llevo dos días luchando contra los histaminicos para poder estudiar Endocrino. Al final anoche, cuando me faltaban varios temas por repasar y tuve que meterme otro antihistaminico más, me elevé, me vi desde arriba. Era cómica la situacion. Muchacho que estudia o hace como que pasa folios de un enorme monton a otro. Llora (esto será de la emoción) y ya ha ido dos veces al baño a hacerse lavados oculares con suero porque no se vé con fuerzas para hacerse una enucleación (sacarse los ojos, básicamente). A las 12, tras luchar contra el sueño, los picores y las voces demoniacas que llegaban desde la plaza a la que da su habitacion procedentes de gente que estaba tomando cervezas al fresco, se rindió. Estos temas no serán importantes. Y puse el despertador para estudiarme dichos temas por la mañana. Ya por todos es sabido que nunca te levantarás para estudiar lo que te dejaste la noche de antes. Así que me levanto casi en coma y voy volando hasta la ducha. Las prisas, las prisas. Cojo dos boligrafos azules, uno en el bolsillo y otro en la mano (es mi unica manía pre-examen y no sé si se puede considerar tal), me pongo musica y ale, a comerme el mundo.

Los examenes de Médica (como bien se dijo el día de la Gala de Sexto) son como una caja de bombones: nunca sabes lo que te va a tocar. Nos marean media hora, me hacen irme a otra clase porque ya no hay sitio y luego tengo que soportar el discurso del gordofobo de mi profesor de Endocrino, con los pies cruzados apoyado en la mesa del profesor en una imagen francamente dantesca. Que somos una buena promocion y llevamos buenisimas notas. Pero, ¿ y éste que sabe? Si el cuatrimestre pasado casi nos cargan a toda la clase en Cardio y Neumo... En fin, no era plan levantar la mano y contestarle, no era el turno de ruegos y preguntas.
El examen...pues ha sido un poco raro. Preguntas que me invento, otras faciles que te obligan a buscarle el truco por algun lado, otras en las que preguntan porcentajes de incidencia (pero pero pero) y se le olvida preguntar de cancer de tiroides y solo pone dos de los numerosos temas del resto del Tiroides, no así con los temas que me habia dejado por repasar (así soy yo) con lo cual volvemos a mi costumbre de considerar más importante lo contrario que el profesor. Y venga paratiroides y venga suprarrenales y venga sindrome de nosequé y venga otra vez el sindrome de nosequé. Tengamos fe en que sí que elimino este parcial... No me ha salido mal pero tampoco bien. Ambiguo. Confiemos que la balanza caiga de mi lado.

Luego vendría café en una terraza al sol y vida contemplativa por el resto de tarde (comiendo en Carvajales mirando la Alhambra, batido de naranja y platano mirando a la Alhambra en una teteria...cuanto voy a echar de menos ésto) hasta que he empezado a perder fuerzas como si fuese un muñeco de videojuego y mi barra de energía estuviese menguando a pasos de gigante. Y de nuevo los ojos inyectados en sangre y la nariz para morirme. Y yo que tenía pensado comprarme hoy la corbata para la graduacion me voy para casa, sin fuerzas pero feliz, por vivir, supongo.

Próxima estación...el apasionante mundo de la Medicina Preventiva y la Salud Pública. En estos momentos os estareis preguntando si tengo pensamientos suicidas visto el panorama. La respuesta es claramente que sí, pero soy fuerte y puedo asesinar pensamientos suicidas si me lo propongo (esta frase es mentira). Si yo en realidad lo único que quiero es dormir.