No me busques en el sur de Canadá

Aquí sigo. Recapacitando, pensando en muchas cosas mientras fuera llueve como hacía tiempo que no lo veía por estas tierras. A mi lado está la gata, desperezándose, abre los ojillos y se vuelve a dormir. Quién fuera gato! De entre mis reflexiones está si aceptar la Erasmus o renunciar. Antes no tenía ningun lazo que me atase a nada ni nadie y ahora aparece por el horizonte algo; no sé lo que hacer sobre esto, en serio. Otra cosa es elegir donde voy a ir si me conceden la beca del MEC para irme 3 semanas fuera de España a aprender inglés. Mi padre dice que Canadá y yo lo apoyo, aunque debido al alto coste de los vuelos que cruzan el charco me tendré que ir a la bella y católica Irlanda o Reino Unido (pero es que ya he estao... bueno, en Irlanda no). Y pensaréis que vaya vida llevo, todo el santo día viajando. Pues no, que se pueden contar con los dedos de la mano las veces que he salido de esta España nuestra. Por soñar que no quede, así que he echado la beca a ver que tal. Me imagino en Canada, with my very good English de pueblo contemplando el horizonte de Toronto, visitando las cataratas del Niagara y rescatando a algun turista desprevenido a lo Superman. Creo que voy a dejar de soñar un poco. Por cierto, esta tarde he estado viendo Good Bye, Lenin. ¿Por qué no vi esta pelicula en su momento? Una joya. Y la música para enmarcarla (si se pudiese). Gracias a la persona que me la recomendó indirectamente. Hasta más ver.