Ascensores prohibidos, pecados compartidos
Energías pseudo-renovadas. De nuevo me costó horrores abandonar la cama a las 7 de la mañana. Alguna clase muy interesante, otra para echar a los cerdos. Parece que el viento cambia de rumbo y ahora me favorece. Eso es lo que quiero pensar; sí, quiero pensar que las cosas están cambiando, que lo que uno hace(en todos los campos), que todos los sacrificios merecen la pena. A veces me gustría frenar un poco todo para poder saborearlo. Una vez escuché a alguien decir que deberíamos vivir dos veces: una para vivirla y otra para disfrutarla. Estas son las cosas que pienso mientras cae la tarde y veo como se pone el sol entre los edificios de esta ciudad.
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