jueves, 31 de julio de 2008

Cómo me quedé calvo

Aludiendo al titulo del libro de Arnon Grunberg creo que es una buena forma de empezar este post. Si, uno se hace mayor y sus timidas entradas estan convirtiendose a pasos de gigantes en entradas con nombre propio. Segun mis genes estoy destinado a tenerlas pero no a quedarme calvo. Confiemos en mis genes (que todo el mundo cruce los dedos).

Así que hoy, ni corto ni perezoso, me levanto con ganas de cortarme mis greñas. Todo fuera. Rapado. Ya no me pueden pillar si consumí drogas el año pasado o si me han intentado envenenar con cianuro. Nada que esconder, una nueva era o el calor sureño que me está secando por momentos. Ahora me miro en el espejo y tampoco estoy calvo, pero las entradas estan ahi mirandome desafiantes. Y tengo que tomar un poco el sol que estoy perdiendo mi moreno cerdeña. Y y y, todo lo demas. Cambio por dentro y por fuera. Quien me lo iba a decir hace un año...

lunes, 28 de julio de 2008

Que no haya más despedidas

"...y me he puesto triste el momento justo antes de irme" Un buen día (Los Planetas)






Mis vans azules han recorrido mucho, sí. Pero todo llega y su final era algo inevitable pese a intentar prolongar su agonía. Asi que hoy me las puse por ultima vez y me dispuse a despedirme de cada rincón de esta ciudad en solitario con mi bici. (míralo, ahí va, no se le ve triste, tampoco contento). No fue tan idilico como lo habia soñado una y otra vez (mucha gente, turistas en el ponte trinità, etc etc) pero para mi ha sido perfecto. Estaba todo lo que tenia que ver en su sitio: el duomo timidamente iluminado, la ventana abierta, la sabina tratando de huir y el ponte vecchio aguantando iluminado mientras lo veía desde la Trinità. El hotel permitiendo el paso para ver el puente, el porcellino sonriendo y los brujos salpicando las calles pronosticando futuros inciertos a la luz de una vela. Y el destino de las vans estaba escrito desde hace mucho tiempo. Es algo que he querido mucho y han hecho un monton de kilómetros conmigo. Así que relajo mis instintos, miro al puente y me quito los zapatos. Y me voy, porque tengo que irme, porque siempre hay que perder algo para ganar otras cosas. No miro atrás, no espero reacciones de la gente, me da igual.
Y antes o después todo llega, hasta el momento de poner fin a mi vida en Florencia, que ya no era vida sino nostlagia. Se terminó, fin, a otra cosa, sin ganas de esa otra cosa pero nadie dijo miedo.

jueves, 17 de julio de 2008

Te echaré tanto de menos. Cerraré fuerte los ojos hasta verte


Hoy no me encuentro bien. Para nada. Es uno de los peores días de mi vida. llevo desde anoche con una presión sobre el pecho que me ahoga. Odio las despedidas, hasta ahi llegamos. Pero es que ahora la ciudad que me ha hecho feliz se queda vacía de las personitas más importantes para mi. Y me vi en la estacion de tren despidiendo a gente que es muy importante en mi vida de ahora (la que he construido desde cero en esta ciudad, otro pais, yo que vine solo), de repente, tapando mis ojos vidriosos con las gafas de sol pero escapandose un rio de lagrimas a cada lado mientras cruzaba andando a paso ligero la estacion de santa maria novella. Alli empezó todo. Me acuerdo perfectamente de mis sensaciones al bajarme del tren y ver esa estación, la gente que iba y venia... y me senti tan pequeño entonces. Y ahora no es que me sienta pequeño, es mas bien una pena inmensa por algo inevitable, asi, de repente, sin darte tiempo a mirar atras. Y todo se acaba, lo sé. Si es verdad que esto es el fin, abrazate a mí.

martes, 8 de julio de 2008

Yo te acompaño a Cerdeña y tu a mi a Tropea

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras tu te empeñas en hacer otros planes"(John

Lennon)



Necesito tiempo. Es lo unico que verdaderamente preciso en estos tiempos que corren. Y corren muy rapido y se me escurren entre los dedos sin ninguna forma de pararlos. Llevo no se cuantas listas de cosas que aun tengo que hacer y lugares que no me puedo perder antes de volver. Volver, esta palabra siempre tiembla al ser pronunciada. Volver es el mejor de los destinos. El problema es que uno ya tiene muchos sitios a los que volver.



No sé cuantas despedidas me he tragado ya en estos ultimos dias. Son dias de tragos amargos y miradas empañadas. Lo mejor que se ha inventado son las gafas de Sol, que lo tapan todo (porque una mirada es todo) y porque no dejan que entre el Sol permitiendo llevar los ojos bien abiertos para poder ver todo. Todo. O nada. Ahora tengo al austriaco metiendo su vida en cajas. Se llevan sus cosas hoy. El se vuelve a casa en bicicleta (la que le regalamos no, porque esa se la robaron. otra que se ha comprado...). Si veis en las noticias a un erasmus que vuelve a casa en bici... es él. Lo admiro profundamente. Me despido de él hoy aunque se queda unos dias más. Pero es que yo me voy de nuevo a tierras sureñas. Necesito tachar un lugar de esos que viene en la lista que tengo a mi derecha. Y de nuevo a hacer horas y horas de interminables trenes y de ver pasar paisajes sin poder frenar y respirarlos mientras paseas.

Respirar, respirar.

viernes, 4 de julio de 2008

Aun no he aprendido a controlar la intensidad




Hace mil que no escribo. No será por falta de ganas ni cosas de contar si no mas bien por falta de tiempo o por no encontrar las palabras cuando tengo un rato muerto a desperdiciar. Resumamos pues brevemente.


Me fui, al Sur, en tren. Un tren totalmente surrealista con gente de lo mas variada. Ratos de conversacion con italianos, paisajes nuevos, alegria. Mi recorrido: Nápoles-Pompeia-Nápoles-Capri-Sorrento- Costa Amalfitana-Salerno.

Los del sur son mucho mucho mas abiertos que los toscanos, rebosan simpatia y alegria, se desviven por el que pregunta donde está tal lugar o aquel bar. Salir de fiesta por Napoles fue totalmente increible, como una verbena veraniega de algun pueblo andaluz pero en un barrio con sus faroles y su musica alegre. Sumemosle a esto las pizzas buenisimas y tiradas de precio ( trozo de pizza de dos dedos de grosor a 50 centimos, señores), los barrios del centro de napoles o las vistas del Vesubio. Uf. Pompeia es alucinante y recomendable visitar. Una pasada el viaje en el tren Circunvesubiano. Capri es... bueno... es muy bonita, la verdad, pero le quita todo el encanto el hecho de que la exploten turisticamente. Que nos querian cobrar 15 euros por entrar a una playa... La costa amalfitana es de esos lugares que te dejan huella. De las cosas más bonitas de Italia. Yo estaba alli metido en la playa en Positana con todo el pueblo colgado del acantilado y me emocionaba solito. En medio del viaje España ganó la copa de Europa mientras yo estaba rodeado de alemanes que nos daban la enhorabuena.
Luego volví en otro tren surrealista donde nos costó sudores encontrar asiento. Nuestro compañero de cabina llevaba armas blancas escondidas entre la zona que va desde el ombligo a las partes pudendas. Lo descubrimos cuando el colega roncaba y se movio en sueños sin dejar a nadie dar una cabezada. Tan curioso todo.
Al dia siguiente, a Siena a ver el Palio (carrera de caballos en la Plaza del Campo, la cual llenan de tierra para la ocasion). Dos horas al sol esperando que empezase mas otras dos horas de desfiles con banderita pa arriba y pabajo. luego los caballos, sin montura y con jinetes que solo pueden usar una vara que les da el ayuntamiento minutos antes. No se cuantas salidas nulas. Media hora mas tarde la carrera empezó y terminó en 3 minutos. Ganó mi equipo: los erizos!!!! Cada barrio es un equipo representado por un animal. Yo supe que ese era mi equipo desde que lei el periódico al bajar del tren. Afortunado en el juego...
Y despues ya es ayer. Un poco de vida italiana, si si. Aperitivo en el Kirstch que es el mejor de Florencia regado con margaritas y luego paseo en bici por el centro para terminar tomando algo mirando al Vecchio. Me tocó hablar inglés con unas americanas que se nos acercaron y nos dieron conversacion un rato. Y hoy... hoy ha pasado sin pena ni gloria. Con más pena, eso si.

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