lunes, 18 de febrero de 2008

Don't look back in ager I heard you say

"Si pierdo la batalla me lamo las heridas me inyecto la fe" A mi ritmo, Zahara



Recién llegado de Munich (o Monaco di Baviera o München). Con el recuerdo del frio en mis huesos y un monton de imagenes y momentos almacenados en esas estructuras del cerebro cuya funcion es esa y que espero que no me abandonen.



Un ciudad preciosa donde no me importaria vivir, aunque tuviese que aprender aleman. Que hay que ver la mania que tiene esta gente de hablarte en aleman siempre siempre siempre aunque les preguntes en ingles español francés o español (si, lo se, estaba en Alemania).



Resumiendo diré que es un lugar totalemente distinto a esta Italia mía que me agobia por momentos. El metro facilmente colable, el travia colable a secas. Yo que pagaba billete segun el estado de animo. Los lagos helados, las fuentes heladas, los rios helados, el sentimiento helado, el miedo helado. Todo, o nada.



Disfrute como un niño pequeño rompiendo placas de hielo y viendo como en Munich los patos no nadan sino que andan sobre el hielo. Disfrute caminando por ese camino nevado que te lleva por un lugar de los Alpes Bávaros hasta el Castillo del Rey Loco. Nevado. Nevando a ratos, también. Luego vendrían las salchichas, las kartoffen, el burguer king (en Italia no hay), los paisajes en verde helado desde el tren, la amabilidad de esta gente, las cervezas en la hofbräuhaus (obligada la visita al que vaya a Munich) que es una cerveceria antiquisima donde te sientes como un alemán más bebiendo cervezas en jarras de a litro y brindando al grito de "Prost". La liamos un poco en este sitio...



Tambien tuvimos nuestro momento paseo por la isla que hay en el rio donde están situados los museos más importantes, la noche con niebla donde no se veia a dos palmos, la exposicion erotica de Barbies en ¿una óptica?, el café en la cafeteria que hay en la torre de la villa olímpica girando a la vez que divisabamos la ciudad (todo un placer estar vivo). En esa torre habia una jukebox donde hicieron sonar Strawberryfields forever...en ese momento yo estaba mas alto de esos 200 m de torre. Muy especial. Un poco menos especial fue el musico callejero que cantaba Wanderwalla nuestro paso y que nos dedico Don't look back in anger. Han sido unos días muy especiales y seguro que me dejo detalles por todos los lados. Para empezar, la visita al campo de concentración de Dachau donde me quedé sin palabras y con un nudo anclado en la boca del estómago. Primer campo de concentracion que se creó. El nazionalsocialismo nacio en Munich, pero eso es otra historia...



Yo necesitaba alejar mi cabeza de Italia y me fui. Ahora que he vuelto la ciudad está aun más fria que Munich, paradojas.No sé ya por donde seguirá la locura de este mundo. Crucemos los dedos porque ahora todo vaya un poco mejor.



Hoy, tomando café hemos diseñado nuestro calendario de actividades del mes de Marzo. Confiemos en que Neuro y Derma caigan del lado del aprobado. Nuevas huidas. Pero hoy no tengo ganas de huir. Echo de menos Munich. Es verdad.
















2 comentarios:

Anónimo 18 de febrero de 2008, 20:50  

Me alegro q hayas disfrutado en Alemania y q estás más contento q el dia d neuro...ya verás cm todo va a mejor, sigue informando d tus andanzas q nosotros seguiremos leyendote. Paula

Mj 19 de febrero de 2008, 15:56  

Ahora, ya sabes, cuando estés por cortarte las venas con los folios de neuro...mira las fotos de Munchen.

Y, ante las ganas de huir, sé de uno que tiene una bicicleta que le lleva a un río donde puede gritar improperios en varios idiomas que seguro que alguien le contesta :)

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